domingo, 15 de abril de 2012 2 comentarios

La verdad y solamente la verdad



De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos…" Juan 3:11

En algunos países, cuando alguien va a dar testimonio en una corte, se le pregunta: "¿Jura usted decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad?". Anteriormente, las palabras "que Dios me lo demande" formaban parte de dicho juramento, como una forma de apelación a una autoridad mayor. Decir la verdad en una corte es absolutamente esencial, porque puede determinar un veredicto de vida o de muerte.

Cuando Jesús habló con Nicodemo sobre el nuevo nacimiento y la vida eterna, lo hizo bajo juramento. Observa la introducción a Sus palabras en Juan 3:11: "De cierto, de cierto". Usó la frase griega amén, amén, que también puede traducirse verdaderamente, verdaderamente, en verdad, en verdad, o te digo la verdad. En el Evangelio de Juan, Jesús empleó esa frase 25 veces.

En su libro The Unity Of The Bible [La unidad de la Biblia], Daniel Fuller escribe: "Jesús […] no habló por Dios, sino porque era Dios mismo. De todos los voceros bíblicos, sólo Jesús agregó la palabra amén en sus afirmaciones; de este modo, declaraba que Él mismo, por ser Dios, tenía autoridad para ratificar que Su enseñanza era confiable y auténtica".

Las palabras de nuestro Señor son la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Así que, créelas y obedécelas. ¡Saber la verdad es una cuestión de vida o muerte!.

Memoria:  Cristo mismo es la verdad; no necesitamos nada más
1 comentarios

Solamente gracias....


Gracias señor por mis brazos buenos cuando hay tantos mutilados,
Gracias por mis ojos buenos cuando hay tantos sin luz,
Gracias por mi voz, cuando hay tantos mudos,
Gracias Señor por mis manos que trabajan
Gracias Jesús por conservarme en buena salud
Gracias por el pan de cada día para mi y los míos
Gracias Cristo por guiarme por buen camino,
Gracias señor por darme un hogar y regresar día a día a el, cuando hay tantos que no tienen donde ir,
Gracias por darme el don de amar, sonreír, soñar, cuando hay tantos que odian, maldicen, que sufren que lloran, que se revuelven en fango y pesadillas.
Gracias Cristo por darme la vida, por darme una familia cuando hay tantos que mueren antes
de nacer, gracias Señor.
Gracias Jesús por poner al alcance de mis manos personas sanas, que me quieren y valoran
Gracias por los momentos tristes, de incertidumbre de intranquilidad porque tu Cristo
nunca obras para mal.
Eres maravilloso señor, sobre todo por lo mucho que te pido y lo poco que te doy, gracias,
bendito y alabado seas.

 
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